Posiblemente nos encontremos ante el apartado menos valorado por muchos cuando pensamos en comprar un nuevo móvil. Y es normal que sea de las cosas que menos se tomen en cuenta ya que al final o bien la mayoría usa su teléfono con protector, o no le da tanta importancia a algo que prácticamente no afecta la experiencia de uso. Sin embargo además de ser lo que define la apariencia de tu querido dispositivo, también le otorga o priva de diferentes opciones y características que abordaremos más adelante.
Hemos llegado a un punto donde casi todos los móviles son idénticos por delante, y más cuando se trata de seguir tendencias y aprovechar al máximo esos frontales con marcos apenas existentes. Por lo que entre las cosas que pudieran darle un poco de identidad a tu Smartphone están sus materiales de construcción, siendo los principalmente más usados: el cristal, plástico y el metal. Veamos cuáles son sus diferencias en el sector, y así de paso eliges cual te conviene más en tu próxima adquisición.
El plástico sigue siendo el material más versátil y usado.
Dado que siempre fue unos de los materiales más moldeables, fáciles y baratos de producir, no es de extrañar que el plástico esté como uno de los principales para utilizar en la fabricación de teléfonos. De hecho todo fue posible y comenzó gracias al él, su ligereza, resistencia y eficiencia para recibir las señales de radiofrecuencia, lo hicieron candidato ideal desde los inicios. Como demás puntos positivos podemos destacar su flexibilidad para absorber impactos y la enorme variedad de terminaciones que se le pueden dar al acabado.

Aunque las posibilidades son casi infinitas a la hora de diseñar y fabricar el dispositivo yendo desde acabados brillantes con buen look, gomosos para facilitar el agarre, imitando piel sintética o tipo mate anti huellas, la sensación en manos no es la mejor. Como otros inconvenientes a destacar del plástico tenemos su degradación, ya que este no suele envejecer bien, y tampoco es muy resistente al calor. Además la calidad de un dispositivo a otro varía mucho y en los casos más baratos suele estropease fácilmente con arañazos y machas por el mínimo rozamiento.
La buena aceptación del metal, aunque ya no tanto.
Es innegable lo elegante que luce un teléfono construido en metal y las buenas sensaciones que deja en mano, aunque por contra puede llegar a ser un poco resbaladizo. El aluminio anodizado y el acero inoxidable son los favoritos para esta clase de implementación, aportando ese estatus premiun que tanto añoran en lucir los terminales de más alta gama. Pero refiriéndonos a los diseños completamente unibody, no son pocos los inconvenientes que acarrea y por los cuales quizás cada vez se opta menos por su elección.

Siendo un material caro y algo complejo implementar, no es de extrañar que quede reservado para la gama alta. Otras desventajas son; la acusada transferencia térmica que tiene, nada agradable sostener algo tan frio en invierno, ni aguantar algo tan caliente en verano. También como todos sabemos el metal no se lleva nada bien con las comunicaciones lo que hace a algunos de estos dispositivos menos eficientes en potencia de señal. Y por último es conveniente tener cuidado con los golpes que puedan abollar o doblar irreversiblemente el chasis de nuestro terminal.
El cristal parece ser el favorito.
Llegamos ahora al material que ha “revolucionado” el diseño en la construcción de teléfonos en los últimos años, empezando por la enorme cantidad de terminaciones y posibilidades que ofrece. Logrando aspectos y sensaciones que van desde pulidos y reflectantes, hasta esmerilados con buen agarre, haciendo posible también lucir los tan de moda degradados en infinidad de colores y patrones. Otra bondad del cristal es que a pesar de ser denso, deja pasar muy bien las señales de radiofrecuencia y es ideal para implementar la carga inalámbrica.

A pesar de ser tan premiun como el metal y contar con las ventajas del plástico en la conectividad, el vidrio no está exento de problemas a la hora de utilizarse. Suele ser bastante caro ya que a diferencia del cristal normal, este lleva más tratamientos para obtener las propiedades que requieren tales como Gorilla Glass. Sin embargo la resistencia tampoco es que sea su punto fuerte llegándose a rayar y partir con relativa facilidad, y para rematar tienden a ser bastantes sucios y añadir más peso al móvil.