A veces por mucho que escuchamos y estamos al tanto de la importancia de nuestra higiene, no somos capaces de ver todo cuanto nos afecta. Un claro ejemplo de eso es lo desapercibido que pasa normalmente nuestro teléfono, siendo un potente generador y acumulador de bacterias, gérmenes y hongos. Por si tienes dudas de como esto es posible, te vamos a revelar la increíble suciedad que portan nuestros móviles, demostrado en pruebas y estudios.
Nuestros hábitos y usos propician la suciedad.
Para nadie debería ser una sorpresa saber que el objeto que más tiempo pasa en nuestras manos en precisamente nuestro preciado teléfono. Aunque muchos tengan hábitos de limpiar alguna que otra vez la pantalla con la ropa, eso no ayuda casi contra la mayoría de suciedad. De hecho, hábitos como ésos, apoyados por nuestro constante manoseo y las condiciones favorables que rodean habitualmente al uso del móvil son fatales.
El calor y la humedad presentes en estas situaciones propician el crecimiento y desarrollo de todo tipo agentes biológicos patógenos perjudiciales para nuestra salud. Un dato que no te dejará indiferente saber, es que se acumulan 5 veces más suciedad en un Smartphone, que en la taza del baño. En ocasiones basta solo con mirar de cerca o en determinado ángulo para dase cuenta toda la porquería que se puede llegar a notar.
Las pruebas y estudios confirman la suciedad.
Según un estudio de Insurance2go en conjunto con unas comprobaciones realizadas por los investigadores de Daily Mail, los resultados que se obtienen lo confirman todo. Las pruebas realizadas a un iPhone, un Galaxy, y un Pixel para determinar los niveles de bacterias, levaduras y moho arrojaron más de lo esperado.
Mientras que un teclado y ratón de oficina tienen 5 CFU (unidades formadoras de colonias) por centímetro cuadrado, un teléfono puede superar las 100 CFU. En dichas pruebas el Galaxy alcanzó la cifra anterior, en el iPhone fueron 40 CFU y en el Pixel fueron 12 CFU. En comparación una taza de baño alberga alrededor de 24 CFU.
Más aspectos a tener en cuenta.

Ya sabemos que nuestros teléfonos son una gran fuente de contaminación donde la mayor suciedad se encuentra en la pantalla. Esto unido al sudor y grasas que desprende nuestro cuerpo y le vamos transfiriendo, hacen que probablemente lo pienses al contestar la siguiente llamada. Cada vez que te pegas el teléfono a la cara distribuyes una enorme cantidad de bacterias de un lado para otro, favoreciendo su expansión. Esto es especialmente crítico en casos de acné, donde puedes acabar obstruyendo los poros e inflamado la piel.
Muchos son los expertos que recomiendan un mayor cuidado y limpieza de nuestros dispositivos para controlar mejor todas estas cuestiones. Por ejemplo diariamente deberías pasarle una toallita húmeda que contenga alcohol para desinfectar tu teléfono, y cuidarlo más de no embarrarlo de sustancias como maquillaje. Los restos de alimentos y bebidas son especialmente dañinos en este aspecto, y también deberías evitar usar el teléfono mientras estás en el baño.